> "APRENDE A VIVIR Y SER FELIZ"

7 jun 2017

Si la dejadez se impone a tu voluntad, si vacilas y no tienes seguridad, si tus fuerzas te dominan fácilmente para acercarte a lo que no te edifica, si la pereza corroe tu cerebro...

Mañana es nunca...

Si no tienes mentalidad ganadora, si condicionas tu conciencia, si no utilizas tu capacidad reflexiva.

Mañana es nunca...

Si no razonas, y no buscas comprender con claridad lo último, el por qué de las cosas, y el supremo fin de la existencia humana.

Mañana es nunca...

Si no te ubicas en la realidad, si no comprendes ciertamente tu condición de persona humana, si te gusta vivir una vida fácil, si no tienes formación personal, si has perdido el camino, si no sabes valorar con honestidad y valentía... ¡ La vida misma !¡ Su esencia !

Mañana es nunca...

Si no guardas el debido respeto por las plateadas canas de tus padres, si no consideras las experiencias de otras gentes, si realmente no sabes vivir como Ser Humano. Si no analizas con tu conciencia, la dimensión humana.

Mañana es nunca...


© Autor desconocido

25 abr 2017



Hola!

¿Saben? Hace unos instantes me puse a componer un pensamiento dedicado a todas a aquellas personas que están enamoradas, pero que por alguna razón no pueden estar junto al ser que aman.

Nunca dejen de luchar por la persona que realmente aman, no permitan que la distancia deteriore el amor que ambos sienten, disfruten de cada instante aunque no estén cerca, pero siempre que se vean sólo mírense a los ojos y disfruten del poder abrazar y sentir a la persona que aman.

No hagan caso de ese dicho que “amor de lejos es amor de pensarse”, si realmente se aman la distancia no será ningún factor que impida esa unión. Pero si sólo es una ilusión, con el tiempo la unión sé ira deteriorando hasta quitar el encanto que se formó. 

El amor es uno de los sentimientos más maravillosos que brillan en cada uno de nuestros corazones, y recuerden que hasta la pareja más feliz tiene problemas, pero esos problemas son la base de formación de nuestro amor, y es una unión que con el tiempo se convertirá en algo más fuerte que el acero y mucho más compleja que la estructura propia de nuestra hermosa galaxia.

Espero que les agrade el pensamiento: 

“Luchen por el amor y nunca se den por vencidos en sus sueños y metas, nunca olviden sonreír que las sonrisas son el lenguaje del corazón y una sonrisa puede cambiar la carita de un ser que lleva una tristeza dentro de su corazón”.

Hoy quiero que sepas cuánto te quiero y lo mucho que significas para mí. 

En la vida hay muchos caminos que se deben seguir, unos nos llevan a la tristeza y otros nos conducen a infinita felicidad. Fíjate que al igual que nos llevan por distintas direcciones, uno me llevó a conocerte a ti, alguien que me llena de dicha y amor cada momento de mi vida, alguien que me enseñó a descubrir lo que significa el amor.

Te agradezco cada momento de felicidad que me has brindado, eres un ser maravilloso, te quiero muchísimo, nunca olvides eso, y aunque me encuentro en otro sitio, la distancia no será ningún factor que impida que yo te quiera cada día más y más, con una infinita entrega porque mi corazón te pertenece y te necesita cada día más. 

-Porque- Eres muy importante en mi vida, y por ningún motivo te perderé fácilmente; aunque si tú decides que no estemos juntos, te dejaré partir porque realmente te quiero y sólo quiero verte feliz

Eres el oxigeno de mis venas, eres la sangre que permite que palpite mi corazón, y si nuestra unión se quebrantara mi corazón dejaría de latir y moriría poco a poco, pero si mis ojos pueden verte sonreír aunque no estemos juntos, seré fuerte porque te quiero, y aunque me duela me dará gusto saber que eres completamente feliz. 

-Porque- Eres todo mi universo, eres todo mi existir, eres mi lava ardiente que me permite sobrevivir.

Cuando no estoy contigo nuestro camino se vuelve triste por la distancia entre nosotros que nos separa; créeme que mis días son eternos sin tu presencia. Pero cuando estamos juntos quisiera parar el tiempo para que ese momento nunca se termine y así contemplar tu mirada, tu rostro, todo tu ser, y mantener esa imagen junto a mí hasta el día de nuestro próximo encuentro. 

¡Te quiero muchísimo!

Para mí esta unión es excepcional y lo mejor que me ha pasado.


© Autor: Shoshan 

21 abr 2017

Queremos lo mejor, y siempre lo estamos buscando… Queremos el mejor trabajo, el mejor amor, las mejores amistades, y eso está bien, es bueno porque nos lleva a progresar en la vida.


Pero no es sano desear lo que no tenemos cuando ello nos lleva a no poder conciliar el sueño y a no apreciar las cosas que sí tenemos.

Si nos damos cuenta, es muy fácil que se nos esté pasando la mitad de nuestras vidas buscando soluciones donde no las hay, trabajos que no son para nosotros, amores que no nos convienen, y poco a poco nos vamos achicando como personas porque sentimos que nada es para nosotros, que siempre vamos detrás del arco iris queriendo buscar los tesoros que no existen.

No dejes que los años y la vida se te vayan mientras añoras todo lo que no tienes y deseas tener, no malgastes los años intentando tener lo que no es para ti y mucho menos amargándote por no haberlo logrado todavía.

Hay que tener sueños, pero deben ser sueños y metas que estén a nuestro alcance. No hay que tener expectativas irrealistas. Hay que luchar por lo que se desea, pero no hasta el punto de despreciar lo que ahora tenemos por compararlo con lo que soñamos tener algún día. 


Debemos aprender a ser felices con lo mucho y lo poco que tenemos. Aunque te cueste creerlo, a veces las cosas más pequeñas son las cosas que más valor tienen en nuestras vidas.


Tener sueños y metas nos hace muy bien, luchar por aquello que se desea es muy loable, pero no nos desgastemos por lo que no tenemos o por aquello a lo que no le hemos encontrado soluciones.

Puede que pases en vela demasiadas noches de tu vida, noches que pasas sin dormir, pensando en cómo arreglar las cosas que aún tienes pendientes, cosas que sabes que no tienen una solución a tu alcance. 

Si es así reconócelo, son cosas que no puedes solucionar o cambiar, déjalo, no te angusties, no pierdas tu paz por ello. Mejor piensa en otras cosas.


Seamos constructores de felicidad y amor, seamos máquinas que siempre producen cosas buenas, seamos personas que saben vivir con lo que hay, que saben encajar las dificultades de la vida y que no viven amargadas con lo que no pueden hacer o lo que no tienen.

En nuestra vida, como en todas las cosas, tenemos limites, no podemos tenerlo todo. Muchas veces podemos ser felices, pero por no estar con la persona que queremos, no lo estamos. Muchas veces queremos un buen trabajo, pero no tenemos la capacidad de realizarlo pues no somos lo que la empresa necesita. 

En la vida todo tiene un porqué, nos enfrentamos a paredes impenetrables e impedimentos que no son justos pero que están ahí. Pero no por ello debemos ser personas tristes, hay que saber qué cosas son para uno y lo demás dejarlo partir.


Todas las personas, hombres y mujeres han sido colmados de muchas bendiciones, simplemente hay que reconocerlas y cultivarlas para así no vivir alimentando vacíos, traumas, amarguras y decepciones.

No dejes que una nube te tape la maravillosa luz del día, simplemente acepta que hay cosas que no tienen solución y cosas que no podrás cambiar o tener. Por tu propio bien, deja esas cosas de lado y disfruta de lo mucho o lo poco que tengas. Será mejor, merece la pena vivir feliz así.

Piensa que hay otras alternativas para nuestras vidas, cosas que siempre vienen bien, centrémonos más en las cosas que poseemos y en ser más agradecidos. Evitemos pasarnos el día pensando en las carencias que hay.

En este mundo hay personas que darían todo por tener una pequeña parte de lo que tenemos, mientras tanto nos angustiamos deseando lo que tienen lo demás. Deja esos malos pensamientos y empieza a ser feliz con todo lo que posees, valoremos y disfrutemos de lo que hoy existe en nuestras vidas.

Vivamos la vida con alegría, porque a pesar de las frustraciones siempre nos quedará la esperanza de que algún día podamos lograr lo que tanto añoramos, las cosas tienen soluciones, pero hay que ser pacientes. 

Y si vemos que pese a todo esfuerzo que hagamos hay cosas que no logramos y por los que no podemos hacer nada, no vale la pena vivir en angustia y amargura por ello. Mejor dejemos esos sueños o pretensiones y disfrutemos de lo que sí está a nuestro alcance.


Podemos ser felices a pesar de no tenerlo todo. La vida hay que vivirla con mucha esperanza, amor y paciencia, de este modo podemos lograr mucho más de lo que te imaginas.


Autor: Shoshan


15 abr 2017


Qué importa eso!

¡Tengo los años que siento!


Estoy en la edad en que puedo: Gritar sin miedo lo que pienso... Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido... 


Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.


¡Qué importa cuántos años tengo!

¡No quiero pensar en ello!

Pues unos dicen que ya soy viejo(a), y otros que estoy en el apogeo.


Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.



Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer hierros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen porqué decir: 

¡Estás muy joven, no lo lograrás! 
¡Estás muy viejo, ya no podrás! 

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.


Tengo los años en que los sueños, se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.



Tengo los años en que el amor a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuantos años tengo?

No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas...

¡Valen mucho más que eso!

¡Qué importa si cumplo cuarenta, cincuenta o sesenta!
Pues lo que importa: 
¡Es la edad que siento!

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.


¿Qué cuantos años tengo?



¡Eso a quien le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo
y hacer lo que quiero y siento.



© Autor: José Saramago


1 abr 2017

La noche había caído ya; sin embargo, el pequeño niño hacía grandes esfuerzos por permanecer despierto. El motivo bien valía la pena; estaba esperando a su papá. Los traviesos ojos iban cayendo pesadamente cuando se abrió la puerta.


Hijo: “Papá, ¿puedo hacerte una pregunta?” 

Padre: “Sí, claro, ¿qué es?”

Hijo: “Papá, ¿cuánto dinero ganas en una hora?” —dijo con ojos muy abiertos.

Su padre entre molesto y cansado, fue muy tajante en su respuesta.

“Eso no es asunto tuyo, ni tu madre lo sabe, ¿por qué me preguntas tal cosa?”

Hijo: “Sólo quiero saber, por favor dime, ¿cuánto ganas por una hora?”

El papá contrariado contestó con un simple: “$100 por hora”.

Hijo: “Oh” —El niño con tristeza agacha la cabeza hacia abajo... “Papá, ¿puedo pedir prestado 50$?”

El padre se puso furioso: “Si la única razón por la que quieres saber lo que gano es para pedir dinero prestado para comprarte algún juguete tonto, entonces quédate en tu habitación, no salgas y piensa por qué estás siendo tan egoísta. Yo trabajo duro todos los días, como para lidiar con este comportamiento tan infantil”.

El niño en silencio cerró la puerta de su habitación. El hombre se sentó y comenzó incluso a ponerse más enojado acerca de la pregunta del pequeño. ¿Cómo se atreve a hacer tales preguntas sólo para obtener algo de dinero? 


Después de una hora o algo así, el hombre se calmó y comenzó a pensar: Tal vez había algo que realmente necesitaba comprar con esos $50, después de todo, el niño no pedía dinero muy a menudo. Así pues, se acercó a la puerta de la habitación del niño y abrió la puerta.


Padre: “¿Estás dormido, hijo?”

Hijo: “No papá, estoy despierto". 

Padre: “He estado pensando, tal vez yo fui demasiado duro contigo. Ha sido un día largo y descargué mi frustración en ti. Aquí tienes los $50 que me pediste…” 


El niño se levantó, sonriendo. “Oh, gracias papá!” -susurró el niño mientras metía su manita debajo de la almohada y sacaba varias monedas.

Entonces, se levanta y agarra debajo de la almohada unas monedas y unos billetes arrugados. El hombre vio que el muchacho ya tenía dinero, empezó a enfadarse de nuevo. El niño contó despacio su dinero, y luego miró a su padre.

Papá: “¿Por qué quieres más dinero si ya tiene bastante?”

Hijo: “Porque yo no tenía suficiente, pero ahora sí.” –Contestó entusiasmado.

“Papá, ahora tengo $100. ¿Puedo comprar una hora de tu tiempo? Por favor, mañana ven a casa temprano, me gustaría cenar contigo."


El padre se sintió acongojado. Puso sus brazos alrededor de su pequeño hijo, y le suplicó por su perdón.


Recordemos siempre, que la mejor inversión de nuestro tiempo es en la familia que tenemos, las personas que tenemos a nuestro lado y en nuestros corazones.

Si el día de mañana morimos, en apenas unos breves días habría alguien reemplazándonos en el trabajo; en cambio, para la familia y amigos que dejamos atrás, la pérdida sería eterna. Valora el tiempo que pasas con los tuyos, porque no hay nada más valioso.

La inteligencia emocional es la clave para tener una vida plenamente feliz y armónica. - Quirico Pujols

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