Muchísimos seres humanos están atados a un destructor emocional llamado apego. Éste se puede definir como la idea irracional que tiene una persona de necesitar una que otra cosa (no básico para existir) para poder vivir, estar bien y ser feliz. Lo cual es contraproducente para la felicidad, ya que ésta se caracteriza por un estado pleno y de no necesidad.
Asimismo, no quiero mal interpretaciones, no me estoy refiriendo a las necesidades básicas y racionales de todo ser humano (la vida, alimentación, agua, respiración, cuidado, vestimenta, sexo, seguridad, salud, autorrealización, entre otras), las cuales son los pilares de tu existencia y es obvio que debes velar por ellas.
Pero e incluso éstas, pueden llegar a un nivel que se considere como apego emocional, si se convierten en una búsqueda insana de ellas.
Así que, hago referencia a desapegarte de aquellas cosas que no son esenciales para el bienestar emocional de tu persona, las cuales escalan a un nivel en donde piensas que sin ello es imposible ser feliz, como son: necesidad excesiva de aprobación externa, de obtener siempre la victoria, del poder, de tener dinero, de querer que otra persona te quiera o permanezca contigo, entre otras muy dañinas que pueden afectar directamente a tu mundo interno.
No obstante, esto no significa que te olvides de lo que quieres, sino llegar al punto de no permitir que afecten tu vida interior, es decir, buscar lo que te apasiona es sano, pero creer que es primordial para ser feliz se torna muy dañino.
Por ejemplo: si deseas comprar algo porque te gusta, es razonable pero, si en caso de no adquirirlo te sientes triste o mal, entonces esto es apego. Si amas a alguien y te interesa que esa persona haga lo mismo, es normal pero, si ésta no corresponde a tu sentimiento y te afliges, es también apego. En pocas palabras, para todo existen 2 niveles; uno que es aceptable y otro que es tóxico. Sé sabio(a) y aprende a distinguirlos.
El desapego hacia alguna cosa o persona, se logra cuando puedes involucrarte pero no atarte a ello. De manera que puedas disfrutar de su interacción y a la misma vez, ser capaz de soltar cuando su etapa termine o en el momento en que haya que hacerlo.
La clave está en alcanzar un estado mental en donde puedas diferenciar entre desear y necesitar algo para estar bien. De esta forma, podrás evitar a toda costa el apego, si lo que anhelas es ser feliz. El desapego es algo adquirido, por lo tanto, depende de ti aprender su magia. Sí, se puede.
En fin, si logras desapegarte de lo que te rodea (no es vivir sin importarte nada ni nadie, es vivir de forma plena e inteligente), llegarás a ser tan sereno(a) que será muy difícil que las cuestiones exteriores puedan desordenar tu paz interior. Un estado emocional que va más allá de lo superficial, más allá de las palabras.
0 comentarios:
Publicar un comentario